
Continuando podemos decir que , con respecto a los contaminantes del aire interior, aunque algunos de ellos proceden de la contaminación atmosférica exterior, lo cierto es que, la mayoría se liberan dentro del propio edificio. De hecho, se estima que el aire interior está de media entre 2 y 5 veces más contaminado que el aire exterior.
Contrariamente a lo que se piensa, la EPA (Environmental Protection Agency) estima que las personas sufren el 72% de la exposición a los contaminantes químicos cuando están en espacios interiores.
Beneficios de la limpieza de ductos
Las ventajas que trae la limpieza de ductos pueden clasificarse en los siguientes tres rubros:
Productividad
• Mejorar la calidad del aire que se respira contribuyendo así a una mejor salud y reducción de síntomas de alergias, sinusitis, gripes entre clientes y empleados, obteniendo un mayor rendimiento en el trabajo y menor ausentismo.
• Mayor confort para los empleados y clientes.
Rentabilidad
• Reducir frecuencias de limpieza, pintura y reparaciones de equipos de oficina, ya que se remueven kilos de polvo de los ductos, el mismo que al salir mancha paredes, techos, alfombras, ensucia y deteriora el mobiliario y además daña los sistemas de computación.
• Disminución de gastos de electricidad, debido a que según estudios 1/16″ de capa de polvo en los ductos, puede reducir entre un 10% y 20% la eficiencia de enfriamiento y calefacción, incrementando así el ahorro de energía.
• Mayor duración de los equipos de aire acondicionado.
Seguridad
• Reducción de la frecuencia de averías de equipos de oficina y de informática
¿Cuándo limpiar los ductos?
La Asociación Nacional de Limpiadores de Ductos de Aire de los Estados Unidos plantea que la ductería de un sistema HVAC recién instalado, debe estar limpia antes de su funcionamiento, posteriormente se le debe aplicar el mantenimiento cuando:
• Se perciben visualmente acumulaciones de contaminantes o desechos dentro del sistema de HVAC.
• Se observa visualmente o se confirma (método analítico) crecimiento microbiano.
• El sistema de ductos descarga partículas visibles dentro del espacio ocupado.
Pese a estos factores mencionados, siempre hay que tomar en cuenta que la limpieza de los ductos va a depender de las influencias del ambiente externo del edificio, las condiciones climáticas y las aplicaciones que se ejecutan dentro del inmueble; lo que determinará la frecuencia en el mantenimiento de la ductería HVAC de una edificación.
Procedimiento de limpieza y desinfección de ductos
La ejecución de la limpieza de los ductos de aire acondicionado, se basa en la utilización de un método denominado PUSH/PULL (Empujar y Tirar) el cual ha sido totalmente perfeccionado por la empresa Air Care en los Estados Unidos, donde esta tecnología y procedimientos se aplican para un óptimo mantenimiento de ductos en casinos, oficinas, hospitales y en cualquier lugar que posea sistemas de conducción de aire.
Los expertos en ductería de aire recomiendan limpiar aplicando desinfectante cada 6 ó 12 meses, mientras que la limpieza de los ductos como tal debe practicarse cada 3 ó 5 años, siempre tomando en cuenta las condiciones del aire que entra al equipo.
En la Tabla 1 podemos observar el cronograma de inspección de limpieza de ductería establecido por la Asociación Nacional de Limpiadores de Ductos de Aire de Estados Unidos.
Las labores del proceso de limpieza de ductos se llevan a cabo en las siguientes fases:
Tabla1. Cronograma de limpieza de ductos | |||
Clasificación del uso del edificio | Unidad Manejadora de Aire | Ductos de Inyección | Ductos de etorno/Extracción |
Industrial | 1 año | 1 año | 1 año |
Residencial | 1 año | 2 años | 2 años |
Comercial | 1 año | 2 años | 2años |
Salud | 1 año | 1 año | 1 año |
Marítimo | 1 año | 2 años | 2 años |
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Fase 1. Se resguarda el área en donde se va a trabajar. Estas zonas son protegidas por una cubierta de plástico, para garantizar que dicha área no se contamine.
Fase 2. Se realiza la limpieza de las unidades de aire, donde se limpia la pileta, rejillas, turbinas, serpentín, bandejas; aplicando químicos especiales y así lograr una limpieza y desinfección profunda.
Realización de prueba de cuenta bacteriana, hongos y levaduras, con el objetivo de proporcionar una medida del grado de contaminación biológica dentro de los ductos.
Fase 3. Se retiran de las salidas del sistema de ductería los controles de volumen y difusores de aire para su limpieza, la cual se realiza utilizando desengrasante y agua a alta presión terminando con un desinfectante.
Fase 4. Antes del ingreso del equipo de limpieza se realizan registros en los ductos principales, permitiendo que el cepillo y la máquina de presión negativa trabajen de manera más eficiente y succione el polvo que va removiendo el cepillo eléctrico. Con el objetivo de trabajar eficientemente y eliminar la suciedad que hay en un tramo de registro, el ducto es bloqueado con hule espuma a los fines de que no cuele más polvo proveniente de otras áreas de la ductería que se limpiarán posteriormente.
Remoción sistemática de la acumulación de contaminantes y desinfección de los ductos.
En esta fase se utilizan cepillos rotatorios automáticos de cerdas ajustables, cuya finalidad es remover sedimentos y agentes contaminantes alojados en el ducto.
Mientras el cepillo está removiendo, paralelamente se realiza la extracción de los residuos y elementos contaminantes, a través de una máquina succionadora compuesta por tres filtros, entre ellos uno HEPA, a los fines de asegurar una alta eficiencia en la remoción de suciedad.
Fase 5. Cuando ya se ha removido el exceso de polvo y agentes contaminantes, se procede a la aplicación de químicos para la desinfección y fijación del remanente de polvo que aún quede existente en el ducto. En esta etapa los químicos que fijan el resto de polvo se encargarán de matar bacterias y demás biocontaminantes.
Vale la pena resaltar que los desinfectantes utilizados deben contar con la aprobación de organismos especializados en salud y medio ambiente, tal es el caso de la Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos.
Fase 6. Se colocan los controles de volumen y difusores, los cuales ya se encuentran limpios y desinfectados
Fase 7. Una vez acabados los trabajos de limpieza y desinfección, así como la colocación de rejillas y difusores; se efectúan pruebas del equipo y se aplica un desodorante, asegurando así que no existan signos de polvo
Fase 8. Posteriormente debe realizarse la limpieza del lugar en el cual fueron limpiados los ductos, retirando el polvo y residuos a través de aspiradoras de especiales, las cuales tienen la función de succionar el material peligroso.
Fase 9. Por último se entrega el equipo descontaminado y probado al encargado de mantenimiento del edificio.
Contaminantes ambientales
La cantidad de posibles contaminantes es grande debido a que pueden tener muy diversos orígenes. Los propios habitantes del edificio pueden ser una de las fuentes más importantes ya que el ser humano produce de forma natural dióxido de carbono (CO2), vapor de agua, partículas y aerosoles biológicos, siendo a la vez responsable de la presencia de otros contaminantes entre los que destaca el humo de tabaco que en sí contiene más de 3000 compuestos, entre ellos, monóxido de carbono (CO), aldehídos, óxidos de nitrógeno, metales, etc.
Los materiales de construcción y ornamento del inmueble, así como los muebles y otros componentes pueden también ser la causa de la presencia en el aire de compuestos tales como formaldehído, vapores orgánicos, polvos y fibras (asbestos, vidrio, textiles). Por otro lado los materiales usados para el trabajo de oficina, en las instalaciones o para el mantenimiento también pueden aportar contaminantes al ambiente.
El polvo presente en un aire interior está formado por partículas tanto orgánicas como inorgánicas, muchas de las cuales pueden catalogarse como fibras. El polvo total dependerá de la ventilación, la limpieza, la actividad en la zona y el grado de presencia de humo de tabaco.
Los biocontaminantes pueden ser responsables de enfermedades infecciosas y también de alergias. Hay que considerar los posibles efectos de bacterias, virus, hongos, ácaros, levaduras, entre otros
Actualmente son muy pocos los límites ambientales existentes para estos contaminantes y se debe recordar que en el caso de los productos químicos, sus mezclas pueden tener sobre el ser humano efectos aditivos, sinérgicos o antagónicos y que el conocimiento de estas interacciones es aún muy limitado. Del mismo modo tampoco se conocen los efectos de ciertas sustancias sobre el organismo cuando la exposición es a muy bajas concentraciones y durante largos periodos de tiempo, hecho que dificulta enormemente el establecimiento de límites.