La fibra de vidrio es cada vez más utilizada en la fabricación de equipos de enfriamiento. Este resistente material se utiliza tanto para componentes como para perfiles estructurales, como es en el caso de las torres de refrigeración montadas en campo.
La elección de este material requiere una mayor inversión que una torre metálica. Una torre de chapa con paneles preformados y perforados es más fácil de estandarizar en comparación con las torres de refrigeración de fibra de vidrio, ya que éstas últimas exigen para su construcción la preparación de un conjunto de moldes específicos para sus componentes.
Sin embargo, hay razones que justifican el uso cada vez más extendido de este material:
- Anticorrosivo
- Inalterable al paso del tiempo
- No necesita mantenimiento
- Material resistente y ligero
Además, cuenta con la ventaja de ser un material fácilmente reparable.
La solidez estructural que ofrece la fibra de vidrio en los componentes moldeados, se obtiene gracias a la superposición de capas de filamentos de vidrio llamada «estera», que posteriormente se impregna con resina líquida. Una vez catalizada, la resina y las diversas capas de esteras se funden en un solo cuerpo. El resultado es una pieza estructuralmente robusta con una superficie uniforme y continua.
Los perfiles estructurales reforzados con fibra de vidrio o perfiles pultrusionados se fabrican utilizando un troquel específico. Además, se utiliza fibra de vidrio de filamento continuo para asegurar la resistencia mecánica y estructural requerida.
Perfiles pultrusionados protegidos contra los rayos UVA y la permeabilidad
Esta característica lo define como el material idóneo para la fabricación de torres de refrigeración. La protección externa se obtiene mediante la introducción de un gelcoat, resistente a la radiación solar ultravioleta directamente en el molde durante el proceso de fabricación. El interior se impermeabiliza aplicando al gelcoat un aditivo de parafina.
En la composición de piezas más complejas y frágiles, se presta especial atención a la orientación de las fibras de vidrio, para que así puedan soportar y distribuir mejor las cargas estáticas y dinámicas a las que están sometidas.
Podemos concluir que la utilización de la fibra de vidrio en las torres de enfriamiento erradica por completo los problemas derivados de la corrosión y no requiere mantenimiento. Además, el uso de componentes fabricados en este material ofrece una mayor flexibilidad de diseño incluso en presencia de aguas químicamente agresivas.
Agradecimiento a Idoia Arnabat